El holding agroindustrial santafesino “Vicentín” confirmó que “ha iniciado un proceso de reestructuración de pagos a partir de una situación de estrés financiero que afecta actualmente a la empresa”. La compañía, de capitales nacionales y una de las 10 grandes exportadoras agrícolas del país, habría acumulado un pasivo de $ 23.000 millones que ahora busca refinanciar con los bancos. La mayoría de ese pasivo es con los bancos oficiales.

Por otro lado, Celulosa Argentina, propiedad de la familia Urtubey, no logró pagar la deuda en dólares, por un vencimiento de US$ 60 millones. Si bien la compañía abrió un canje para estirar los vencimientos, el 8% de los acreedores quedaron fuera de la operación, así que entró en default.

Sinceramiento

La situación de “Vicentín” trascendió el miércoles: por los rumores, el temor se había apoderado de los operadores del mercado de granos y de los productores que son proveedores habituales de la aceitera con sede principal en la ciudad de Avellaneda, en el norte de Santa Fe. Ayer, la empresa sinceró su situación.

“‘Vicentin’ lleva invertidos más de US$ 900 millones en la actividad productiva en el país en los últimos 10 años. Esas inversiones efectuadas en sus plantas de molienda, biodiesel, etanol y en los puertos para promover la logística operativa han tenido un correlato positivo en el aumento significativo de las toneladas de molienda y exportación, pero se han visto negativamente afectadas por un contexto de crisis recurrentes, aumento de tasas de financiamiento, cierre de mercados y el incremento permanente del costo argentino”, indicó el escrito de la firma.

En las actividades del grupo se cuentan el refinado y envasado de aceite comestible, hilanderías y desmontadoras de algodón, una fábrica de biodiésel, un enorme feedlot, una bodega y el negocio lácteo de postres y yogures de SanCor.

Cesación de pago

Celulosa Argentina también emitió un comunicado ayer.

Informó a la Bolsa de Comercio que “la Sociedad no realizará el pago de capital e intereses de las obligaciones negociables clase 10, cuyo vencimiento operaba el 5 de diciembre de 2019”. (El Economista)

Correo

La empresa de los Macri, a un paso de la quiebra

La fiscal Gabriela Boquín le reclamó a la Cámara Comercial que tome una decisión en el expediente sobre la deuda del Correo Argentino, de los Macri, y le señaló que debe abrir en forma urgente el proceso de “salvataje”, que implicaría poner las acciones a la venta y que el posible interesado además diga cómo les pagará a los acreedores su millonaria deuda. Este sería el paso previo a la quiebra, el fantasma del que huye desde siempre el grupo empresario de la familia presidencial, ya arrastraría a sus empresas activas y controlantes: Socma y Sideco. Según Boquín la deuda hoy es de $ 4.500 millones, y destacó que el anterior salvataje se anuló porque las conformidades presentadas eran truchas.